Entrevista a Bruno Francés

Hola otra vez!!! Hoy os traemos por aquí una entrada especial para mí.  Además de ser una entrada que corresponde al blog conjunto Hey, you! hoy os traemos por aquí la entrevista a Bruno Francés, autor de Supercity y Job Rompepiedra, que ya va por su tercera edición y, a la vez, es un gran amigo.



¿De dónde salió la idea de Supercity y Job Rompepiedra?

Trabajo con niños a diario, soy profesor de primaria, tengo sobrinos, y mi mujer tiene una niña; los ves desenvolverse, disfrutar de su infancia, jugar, relacionarse, vivir felizmente pero también los contemplas luchando con uñas y dientes cada día, todos los días, de sus pequeñas vidas. Si, para nosotros que somos de algún modo adultos, ya nos es difícil, imagínate para ellos.
Niños viviendo en un mundo que los puede llegar a sobrepasar si no se adaptan y crecen del mejor modo y con los mejores valores posibles.
Supercity lo sentí como ese mundo real y Job Rompepiedra como esos niños que tratan de salir adelante con la mejor arma existente; la inteligencia. 
En un espectro más amplio Supercity es una metáfora del mundo gigante que nos rodea, que nos envuelve y en el que hemos de vivir y Job somos cada uno de nosotros enfrentándonos a él, cada día, sin más armas que nuestro yo interior, nuestra capacidad y nuestros valores en la vida para llevar a cabo todo lo que hacemos y las decisiones que tomamos, ya lo sean acertadas o erróneas.

¿Por qué una trilogía?

            Creo que eso me viene de mi época adolescente. Yo tuve la suerte de crecer con las sagas de Star Wars originales, Regreso al Futuro e Indiana Jones (por entonces solo constaba de tres episodios) por citar algunas. De algún modo me siento reflejado en esa manera de contar historias emocionantes que, en su momento, comenzaban y terminaban dejando un agradable sabor de boca.
Lo que tengo claro es que Job Rompepiedra no tendrá cientos de capítulos. No la considero una colección de aventuras. La considero la historia de Job. Comenzará, terminará y no habrá más.

La inspiración.

La inspiración en las aventuras que le suceden al protagonista vienen de mi absoluto entusiasmo por las historias de corte clásico donde la acción no decae en ningún momento y donde los personajes nos enseñan que a veces se acierta, a veces te equivocas, pero donde las sorpresas no dejan de sucederse de un modo natural a lo largo de todo el relato. No hay un momento de descanso en Supercity.
Lo bonito de Job Rompepiedra es que, además de ser muy sencilla y clara, es una historia donde los niños hablan, piensan y actúan como lo que son, tengan poderes o no; como niños. 

¿Qué querrían los niños que escribiera?

            Los niños quieren a Job pero resulta peculiar que, absolutamente todos, adoran a Yoli Besitos que es la protagonista femenina. Más que pedir historias diferentes, les gustaría que salieran juntos, que se enamoraran, que vivieran felices. Les llama mucho la atención el suspense de la historia y necesitan saber más. 
            Evidentemente siempre está el grupillo que les encantaría que escribiera historias de zombies, trolls y vampiros. Los niños suelen ser de extremos. Quizás algún día les escriba algo de todo eso.

¿Hay algo de ti en Job Rompepiedra?

            Absolutamente en todos sus errores.
Job gusta  más por lo que arregla que por lo que acierta de primeras. No es un sabelotodo que va de guay, al contrario, él es bastante ermitaño, tímido y solitario y comete muchísimos errores.
No me lo había planteado de ese modo pero sí, creo que la necesidad de esa soledad para aprender, así como su torpeza, las llevamos en los genes.


Ideas para que aparezcan tantos súper héroes en un solo libro.

            De mi naturaleza friqui. Sin duda alguna. Yo crecí con todos los cómics y tebeos habidos y por haber. Me encantaba pasarme las fines de semana leyendo toda clase de historietas y llegaba hasta combinarlas como si fueran capítulos para que me duraran más. Cogía los de mis hermanos y me daba igual si eran de Batman, El corsario de hierro, Candy, Esther, Mortadelo, Shazam, Flash Gordon, Jabato, Spirou Ardilla… no me importaba. Me encantaban todos esos personajes y, cuando tuve la posibilidad de crear mi propio mundo de superhéroes, no lo dudé. Y en la segunda parte hay el doble de personajes. Y en los descartes tenía hasta ochenta personajes más.
            Había semanas que solo me dedicaba a crearlos.
            Luego seleccionaba los que más me gustaban por su sonoridad. Para mí es imprescindible que la literatura tenga ritmo y armonía al leerla.


Publicado por Antía de Mundo Gamusino.

Comentarios

  1. Ohhhhhh no había escuchado ni del autor ni de esta obra pero me han dado ganas de achucharlo y de saber de esa prota femenina...
    Oye que me lo llevo apuntado.
    Un besitoooo

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