Cuando Sophie se enamoró de Simon supo que juntos tejería una inolvidable historia llena de vivencias y canciones, pero todo acabó una noche de enero y sus sueños se quedaron congelados en aquel invierno eterno, el más largo y frío que pudo imaginar. Hasta que el hielo empieza a derretirse para que Ámsterdam se vista de primavera. Entonces, Sophie descubre que Koen estará a su lado cuando decida alzar el vuelo, que su familia y amigos son su brújula, que ganar requiere de ingenio y que el corazón sigue sus propias reglas.
Esta no es la primera historia que leemos de esta autora, y aunque en un principio no contábamos con leerla, fue verla en la biblioteca y ser un flechazo, de manera que no nos hemos podido resistir.