Tras el terrible incidente que marcó el final de fiesta más amargo de sus vidas, los habitantes de la supertorre de mil plantas que se alza en Nueva York, luchan por volver a la normalidad. Pero no es fácil. A pesar de disfrutar de tecnología punta y lujo futurista, un grupo de jóvenes ocultan secretos que harían que la torre más alta jamás construida se tambalee.
Además, una chica misteriosa acaba de llegar a la ciudad dispuesta a causar el mayor revuelo posible. Y sabe exactamente por dónde empezar.
Y, por si eso fuera poco, sin que nadie sospeche nada, alguien está vigilando... Alguien cuya obsesión es la venganza.
Tras el final de El piso mil, no hemos podido evitar hacernos con esta segunda parte y leerla en cuanto la tuvimos en nuestras manos. Y, la verdad es que no nos ha defraudado en absoluto, aunque tampoco fue el bombazo que nos ha parecido el piso mil.