El ángel de Múnich




 

 

Múnich, 1931. Falta poco para que unas históricas elecciones otorguen el poder a los nazis. Los comisarios Sigfried Sauer y Mutti Forster se enfrentan al aburrido turno del sábado cuando el director de la policía criminal les avisa de un suceso en el número 16 de la Prinzregentenplatz, la viviendoa de Adolf Hitler. Su sobrina, Geli Raubal, ha sido hallada muerta. Todo apunta a un suicidio, pero Sauer no está convencido. Algunos testigos se contradicen y ha desaparecido la pequeña esvástica de oro que la joven siempre llevaba al cuello. Sus sospechas son confirmadas cuando el mismo Hitler le pide que encuentre al culpable y van apareciendo notas firmadas con una misteriosa H. 


Para no perder la costumbre, nosotros hemos empezado otra saga por el segundo libro (ya nos ha pasado con la trilogía de Carmen Mola, y este caso hemos empezado por "Los demonios del Reich"). Cierto es que, aunque los inspectores son los mismos, no es estrictamente necesario leerlos en orden, aunque sí es importante en cuanto al orden histórico de los acontecimientos, ya que estos son hechos reales, y cronologicamente ha sucedido antes el asesinato de Geli Raubal que el incendio del Bundestag. 


En este libro conocemos a Sauer y a Forster desde el principio, y por eso hemos entendido algunas de las cosas que han sucedido en la segunda novela. Estos dos personajes nos han vuelto a gustar mucho, sobre todo Sauer, que nos ha vuelto a conquistar con su forma de ser y su determinación. 


Cuando se encuentran con el caso de la muerte de Geli Raubal, Sauer no tiene del todo claro que haya sido realmente un suicidio, aunque aparentemente así es. Se van a ver envueltos en una investigación muy peligrosa, ya que le Partido Nacionasocialista está cogiendo fuerza en Baviera y las SA campan a sus anchas, y no tienen miramientos ni siquiera con la policía. Además, debido a la conexión de la víctima con Adolf Hitler, número uno del partido, van a tener que investigar a la cúpula de dicho partido político, poniéndolos a cada uno de ellos en un aprieto. 


Nos ha gustado que el autor quisiera rendir homenaje a Geli en esta novela, ya que la versión oficial sí relata que ha sido un suicidio, pero hay tanto secretismo alrededor de su muerte, que a día de hoy se sabe que no se le ha hecho justicia, y el autor ha querido rendirle un pequeño homenaje. 


Fabiano Massimi relata lo que han sido, por desgracia, hechos reales en una de las épocas más oscuras de la realidad queriendo rendirle homenaje a algunas de las víctimas. En el segundo libro también hay un homenaje a otra víctima del régimen nazi y, aunque son historias muy duras de leer por todo lo que conlleva, nos gusta mucho leer estas historias. Somos de los que piensan que para evitar que se vuelva a repetir tenemos que saber qué sucedió. 


Además, Massimi lo relata en forma de thriller, de manera que la lectura de algo tan dramático se hace más ligera de lo que a priori podríamos pensar. La verdad es que tenemos ganas de que siga escribiendo sobre el régimen, ya que nos gusta mucho su manera de expresarse y de contar la historia, y de verdad esperamos un homenaje a Irena Sendler, una heroína a pesar de las circunstancias. 


Los personajes de este libro son una auténtica maravilla. Algunos de ellos nos sorprenderán mucho hacia el final del libro. Están muy bien construidos y van evolucionando a medida que avanza la historia. 


Recomendamos esta lectura a todos aquellos amantes de un buen thriller, y también a aquellos a los que les guste la novela histórica. 

 

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