Una prueba de amor



La joven pelirroja Demelza nació fruto del amor entre una escocesa y un vikingo, algo que Urd, la mujer de éste, nunca perdonará. Demelza, a la que todos llaman Pelirroja Salvaje, creció con unos hermanastros que la adoraban y un padre que la veneraba. Urd, sin embargo, se la tiene jurada y, con la ayuda de un malvado vikingo llamado Viggo, urde un plan para destrozar el futuro de su hijastra. El padre de la jove, creyendo todo lo que se dice de ella, la obligan a casarse con Viggo, algo de lo que más tarde se arrepentirá y que, sin duda, marcará el resto de su vida.
Una desgracia... Una promesa... Un viaje...
Los acontecimientos se precipitan y Demelza llega a Escocia para ser vendida como esclava nórdica, hasta que en su camino se cruza el gallardo y valeroso Aiden McAllister, un hombre que aprenderá que, si quiere conquistarla, deberá mostrarle una auténtica prueba de amor. 

Todos los libros que habíamos leído hasta ahora de Las Guerreras Maxwell nos habían gustado mucho, sobre todo porque todos tenían relación entre ellos. Éste ha sido el que menos nos ha gustado porque sólo se nombra de pasada a los personajes de los otros libros cuando, en anteriores entregas, siempre tenían algo que decir.



La historia de Demelza es una historia dura, sin querer adentrarnos mucho en l oque pasa, sí podemos decir que lo pierde absolutamente todo, y su nueva vida va a estar llena de demasiados retos. Cuando llega a Escocia, su vida se va a complicar aún más, si cabe, y es ahí donde va a entrar en juego Aiden McAllister, un escocés que no siente ninguna simpatía por los vikingos, y el cual va a tener una gran relevancia para el desarrollo de la historia.

Además de contar con nuestra joven protagonista y Aiden, vamos a tener a un montón de personajes secundarios que van a interferir en las decisiones que tengan que tomar Demelza y el escocés.

Aunque es un libro que nos ha gustado bastante, nos confirma nuestra decisión de leer algo menos de Megan Maxwell porque todos sus libros tienen el mismo patrón (puesta en escena-desarrollo-desenlace muy precipitado) y, de alguna manera, nos hemos cansado un poco de este estilo. ¿Quiere decir esto que vamos a dejar de leer a Megan? No, simplemente, que dejaremos pasar bastante tiempo entre un libro y otro. 

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