El Club de los Portaféretros

En la década de 1980, Art Barbara no era lo que se dice popular. Era un estudiante solitario que escuchaba hair metal, tenía que dormir con un monstruoso aparato ortopédico por su escoliosis y había iniciado un club extraescolar de voluntarios en funerales poco concurridos. Por eso fue una sorpresa cuando una chica se apuntó al Club de los Portaféretros y le dijo que era una idea genial. ¡Sí, hasta se llevó su Polaroid para hacer fotos de los cadáveres!
Vale, esa parte sí había sido un poco rara. 
Como también lo era su obsesivo interés por una famosa tradición de Nueva Inglaterra que implicaba desenterrar a los muertos. Y había otras cosas extrañas que sucedían siempre que ella estaba cerca, algunas bastante inquietantes... Pero eran amibos, así que no pasaba nada. ¿verdad?
Décadas más tarde, Art intenta darle sentido a sus recuerdos escribiendo El Club de los Portaféretros. Sin embargo, lo que parecía la forma ideal de reconciliarse con su pasado, tendrá consecuencias insospechadas cuando su vieja amiga lea el manuscrito. 



Primera novela que leemos de Paul Tremblay, y no ha defraudado. Es cierto que no se va directa al cajón de nuestras favoritas de este año, pero sí nos ha entretenido mucho, y desde luego no sha metido más ganas en el cuerpo de leer más libros de Paul Tremblay. Además, hemos podido conocer al traductor, Manuel de los Reyes, cuyo trabajo nos ha gustado, y tenemos ganas de leer más obras traducidas por él. 


En este caso nos encontramos con una obra de "terror", y lo entrecomillamos porque pensábamos encontrarnos con un ambiente mucho más tétrico del que hemos visto, y que íbamos a pasar más miedo del que hemos sentido. Aún así, nos ha gustado mucho la atmósfera creada por Tremblay, y estamos deseando leer otro libro de él que ya está en nuestro poder ("La cabaña del fin del mundo"). 


Uno de los motivos por los que nos ha convencido feste libro es la forma en la que está escrito. El protagonista nos cuenta la historia de su vida a través de unas memorias, las cuales están revisadas por su amiga Mercy, quien nos hace anotaciones a lo largo de las páginas y nos explica parte de la situación de su puño y letra. 


Otro tema que nos ha llamado la atención de esta novela es que hace referencia a una enfermedad física que hasta ahora no nos habíamos encontrado en la literatura (al menos nosotros), y también nos parece importante darle visibilidad. 


Y dos cosillas que le han ayudado a la novela a quedarse en nuestro rincón son dos referencias, una de ellas a "La princesa prometida", y otra a "Los inmortales". De manera que ha conseguido ganarse nuestro respeto y cariño. 


Una buena obra para iniciarse en el mundo de Paul Tremblay.  

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